La profesión del Productor Audiovisual requiere de muchas horas de trabajo, aspectos a visualizar y detalles a controlar para que la pieza final cumpla las expectativas tanto del director como del cliente.
En algunas ocasiones nuestra profesión nos regala la oportunidad de trabajar en proyectos realmente maravillosos.

Esta vez tuve la oportunidad de ser parte de un proyecto con un grupo de personas que realizan una labor social extraordinaria coordinada desde Panamá y en la cual tuvimos el placer de viajar al Shriners Hospital for Childrens ubicado en Shreveport, Lousiana en Estado Unidos, un lugar mágico donde profesionales de la medicina transforman las vidas de niños con deficiencias óseas y le brindan una oportunidad para que su cuerpo y mente les permita realizar acciones tan básicas como caminar, correr, agarrar e incluso abrazar.
Este tipo de proyectos nos hace comprender el gran valor y fuerza de voluntad con que cuentan estos niños, niños muy especiales que regalan sonrisas a toda persona que este delante de ellos.
En esta producción logre conocer a personas increíbles que nos cuentan historias maravillosas apenas nos sentamos a conversar con ellos, personas que la frase “no puedo” no existe en su mente, ni en su corazón.
Le agradezco a mi estimado amigo Augusto Velasquez y socio en muchas producciones por invitarme a formar parte de este proyecto, a Gio, a Hector y a mi nueva amiga Anita, a todos en Shreveport incluyendo a Chris, todas las enfermeras y doctores por su invaluable ayuda y a todos los amigos Shriners que nos apoyaron en este viaje.
